Ricardo Pascoe, La Izquierda y el SME
porque en realidad esta autoproclamada izquierda mexicana no es tal.
defensora de la corrupción, la ineficiencia y viendo siempre al pasado y defensora del status quo
nacionalismo y marxismo no se llevan
Excélsior 13-Oct-2009
López Obrador piensa que puede llegar al poder en un proceso político sui generis, cuyo valor central estaría en la posibilidad de acelerar un proceso de conflicto social magnificado.
El decreto emitido por el presidente Calderón mediante el cual inicia la liquidación de Luz y Fuerza del Centro, con el compromiso de respetar los derechos de los trabajadores en el proceso de su terminación laboral, abre importantes interrogantes para la izquierda. ¿Qué postura debe adoptar la izquierda frente a esta situación? ¿Debe condenar y rechazar la posición gubernamental ante la liquidación? ¿O puede ofrecer alguna alternativa a los trabajadores y a la empresa?
El decreto emitido por el presidente Calderón mediante el cual inicia la liquidación de Luz y Fuerza del Centro, con el compromiso de respetar los derechos de los trabajadores en el proceso de su terminación laboral, abre importantes interrogantes para la izquierda. ¿Qué postura debe adoptar la izquierda frente a esta situación? ¿Debe condenar y rechazar la posición gubernamental ante la liquidación? ¿O puede ofrecer alguna alternativa a los trabajadores y a la empresa?
Al enterarse del acto gubernamental, los dirigentes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) le exigieron al gobierno federal que les devolviera “su” (sic) empresa a los trabajadores. Obviamente sorprendidos por el decreto liquidador, llamaron a manifestaciones de rechazo a la medida oficial. López Obrador ha condenado el hecho y los dirigentes del PRD en el DF llamaron a la población a sumarse a las acciones de protesta. El PRD en el Congreso de la Unión prepara un punto de acuerdo para exigirle al gobierno federal la anulación inmediata del decreto y el reconocimiento a la dirigencia sindical de Esparza.
El momento es importante, pues la izquierda se encuentra ante una disyuntiva, producto de su propia hechura. Puede, como lo sugiere Gerardo Fernández Noroña, utilizar (él dice: “...ni modo...”) este momento para iniciar un gran movimiento que busque derrocar a Calderón. Desde hace tiempo el movimiento de López Obrador se ha movido en esta lógica. Su principal ideólogo, Porfirio Muñoz Ledo, ha declarado la necesidad de derrocar al Presidente “en 2010”, primero con claridad meridiana y, después, cantinfleando y con cierta ambigüedad. López Obrador piensa que puede llegar al poder en un proceso político sui generis, cuyo valor central estaría en la posibilidad de acelerar un proceso de conflicto social magnificado para llevar al país a la ingobernabilidad y, de ahí, al derrocamiento del gobierno. El marco teórico de este proceso empieza con la frase: “Ellos empezaron primero...” (es decir, Calderón habría agredido primero a López Obrador, lo cual justificaría cualquier acción).
Otra opción abierta para otra parte de la izquierda, y que sería congruente con su tradición, es la búsqueda de cambios de fondo ante la decadencia de una empresa fallida y la existencia de un sindicalismo antidemocrático que siempre ha rechazado. Y la izquierda debiera buscar la transformación de todo el sindicalismo del país, sin excepción. La izquierda, teóricamente, ha estado a favor del desarrollo de las fuerzas productivas, y no de su freno. Defender a una empresa en franca decadencia es contrario a la necesidad económica de contar con energía barata, eficiente y accesible. La modernización del aparato productivo, y su competitividad, debieran ser ejes centrales en la preocupación de la izquierda, y no la simple defensa reactiva de factores económicos en plena decadencia. Defender la existencia de LyFC en sus condiciones actuales es, en este momento, reaccionario y contrario a la necesidad del país para salir de la crisis económica. Ante el desafío que le pone el gobierno, la izquierda debiera mirar hacia el futuro y no hacia el pasado.
3 Comments:
Por estar siempre desilusionada, me había mantenido al margen de todo lo referente a política y gobierno. Ahora creo que esa postura fué irresponsable de mi parte y en mi afán e interés de bien-informarme y participar, agradezco escritos como estos que me parecen claros, objetivos y sin tendencia alguna, que me permiten crear mi propio criterio... Ver las cosas como son y no como nos dicen en medios masivos tendenciosos y/o manipulados a conveniencia...
Parece una contradicción. Los libertarios son de extrema derecha, incapaces de hacer una revolución social más allá de su supuesto derecho a portar armas. Los anarquistas, de extrema izquierda. Lo quieres solucionar diciendo que sean "anarquistas de todos los colores"
alejandro
hablar de derecha e izquierda en pleno SXXI ?
para que sive eso.
lo que tiene sentido es hablar de libertad-democracia vs control y opresión
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