Muñoz Ledo y Díaz Ordaz
Celebrar el 68: GDO en PRD
+ Oda de Porfirio a represión
Carlos Ramírez
Como el PRD se asume el heredero de las luchas de la izquierda estudiantil, los perredistas podrán recordar hoy la masacre de Tlatelolco del 2 de octubre de 1968 con la relectura de dos discursos de defensa y justificación de Gustavo Díaz Ordaz que hizo el hoy auto denominado jefe de las izquierdas mexicanas: Porfirio Muñoz Ledo.
El ejercicio no es distractor. Muñoz Ledo es el coordinador del Frente Amplio de López Obrador como organización de la izquierda. Por eso los dos discursos plantean una duda: o el PRD no es el heredero de la izquierda ni del 68 y los dirigentes estudiantiles vivos han llegado al nivel del cinismo político de aceptar como dirigente de la coalición de izquierda a uno de los avales morales de Díaz Ordaz y de la represión en Tlatelolco o Muñoz Ledo representa la revalidación del pensamiento político priísta-diazordacista en el PRD.
En uno de los dos discursos, en 1969, Muñoz Ledo dibujó el irracionalismo de los estudiantes en el 68, muchos de los cuales hoy militan en el PRD, y explicó que veía el movimiento estudiantil y popular del 68 como un intento de subversión del orden priísta:
“Al cabo de un prolongado periodo de crecimiento, fuerzas e intereses ajenos a la voluntad del pueblo pretendieron divorciarlo de las instituciones de la República y los más antiguos trasfondos reaccionarios vinieron a condensarse en la idea de que el deber más imperioso para los mexicanos es disminuir la autoridad del Estado e inventar un nuevo régimen constitucional”.
El 20 de noviembre de 1969, en un acto de celebración de la revolución mexicana, Muñoz Ledo utilizó toda su verborrea demagógica para alabar la figura de Díaz Ordaz y señalar que la represión del 68 fue cumplimiento “del mandato popular” que “ha conservado intacta la autoridad del Estado y ha defendido, con el derecho, la soberanía de la nación”. Es decir, que la represión fue patriótica.
A los jóvenes que salieron a la calle a exigir democracia y a protestar contra la represión autoritaria del Estado, Muñoz Ledo, también asesor político de Luis Echeverría, les dijo ante la tumba de Plutarco Elías Calles:
“Hoy, en pocos países como el nuestro los jóvenes encuentran mejores posibilidades de identificación y de servicio dentro de la sociedad civil”.
En septiembre de 1969, Muñoz Ledo habló como priísta en una reunión de análisis del quinto informe de Díaz Ordaz en el que asumió la responsabilidad de la represión del 68. En su discurso, Muñoz Ledo fue burlón con el discurso político del movimiento estudiantil apoyándose en frases de Díaz Ordaz:
“No podemos tampoco alentar la esperanza de que con la “prédica de un voluntarismo aventurero”, impulsando al país por “entusiasmos intermitentes” o por “euforias momentáneas” será factible obtener, al mismo tiempo, la consolidación definitiva de nuestra soberanía, el progreso económico y la justicia social, sin detrimento de la democracia política”.
Muñoz Ledo razonó el papel de la represión para mantener a un grupo en el poder: “nuestro partido ha perdurado y ha acrecentado su poder porque ha triunfado en su propósito de conservar la legitimidad constitucional, la legitimidad histórica y la legitimidad popular de los gobiernos de la Revolución Mexicana”.
No escatimó elogios a Díaz Ordaz: “la herencia más preciada del régimen de gobierno del presidente Díaz Ordaz es la consolidación del marco de nuestro desarrollo por la afirmación de la soberanía interna y externa del Estado”.
Estableció la derrota del movimiento estudiantil: “en todo el mundo existe la convicción de que los últimos movimientos de rebeldía y de protesta han dejado como secuela inmediata el aumento de poder de los enemigos del cambio social. Con la más estricta objetividad podemos afirmar que los conflictos sociales que tuvieron lugar en México y que llegaron a poner en peligro la paz pública no dejaron como saldo el más mínimo incremento de poder o de influencia en favor de quienes se oponen a la transformación acelerada y a la autonomía del país”.
Dio los argumentos de la represión cono tarea política y de Estado:
“Díaz Ordaz dijo, reiteradamente, que ninguna presión obligaría al gobierno a “mediatizar la soberanía de la nación” y, podernos añadir con justicia, que no permitió tampoco que se deteriorara la autoridad que el Estado ejerce sobre los intereses particulares que componen la comunidad mexicana. Con esta intención ha dicho que “ningún grupo, ningún sector, ninguna clase tiene el derecho de imponerse a los demás. La voluntad mayoritaria del pueblo mexicano es la que decide”. En ejercicio de ese mandato, el Poder Ejecutivo tomó sus decisiones y la responsabilidad que asume, es --al mismo tiempo-- la reafirmación de la soberanía externa del Estado y de la supremacía del poder público en el interior del país”
Lo que falta hoy que se cumplen 40 años de la represión en Tlatelolco es que el Muñoz Ledo diazordacista de 1968-1969 sea el encargado del discurso oficial de la autodenominada izquierda contra la represión en Tlatelolco. Sería la culminación de la figura paródica de Muñoz Ledo. Y la aniquilación de la memoria histórica del 68 en el PRD.
loa discursos completos
http://antipolytika.blogspot.com/2009/10/discursos-de-porfirio-munoz-ledo-en.html
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